Toda la historia del Día del padre

Historia del Día del padre

El Día del Padre es ciertamente menos celebrado que el de la Madre (un 66% menos para ser exactos), pero sigue siendo igual de importante. Es un momento de abrazos, agradecimientos y regalos. ¿Pero nunca te preguntaste por qué celebramos el Día del Padre? Bueno, para explicarlo tendremos que remontarnos a la Edad Media...

 

 

En el siglo XV, el 19 de marzo se convirtió en la fecha oficial de la celebración de San José, padre adoptivo de Jesús, por parte de la Iglesia Católica. Y, a partir de entonces, se convirtió en el Día del Padre para todos los países católicos. Hasta 1621 esta fiesta no era obligatoria hasta que el Papa Gregorio XV pidió que lo fuera para reconocer los esfuerzos de todos los padres y, sobre todo, hacer homenaje al marido de María, San José. En 1889 León XIII concedió a este último el título de patrón de los padres y los trabajadores. A partir de esa fecha, los niños empezaron a hacer pequeños regalos para sus padres. Pero esta tradición no llegó cruzar el mundo. La idea se retomó en Estados Unidos muchos años después y en ambos países es tradición hacerle un regalo a papá en estas fechas.

 

El Día del padre en Estados Unidos…

En 1909, Sonora Smart Dodd, que vivía sólo con sus hermanos y su padre, se dio cuenta de que no había ningún día dedicado a los padres. Orgullosa de los logros de su papá viudo, que crió solo a sus seis hijos y fue veterano de la Guerra Civil, quiso rendirle homenaje. Así que solicitó al Estado de Washington que estableciera un día en honor a los padres el 19 de junio, cuando cumplía años su padre. La petición fue aceptada y el año siguiente empezaron a celebrar el Día del Padre en todas las familias de Estados Unidos. En 1966, bajo la presidencia de Lyndon Johnson, la fecha se fijó para el tercer domingo de junio y en 1972 fue declarada como fiesta nacional por el presidente Richard Nixon. 

Y un poco más tarde, llegó a Francia…

 

 

Pero no por una celebración católica ni por la petición de Smart Odd, sino por una publicidad. Sí, leíste bien. La marca Flaminarium de encendedores, propuso que se festejara el Día del padre como una fecha no religiosa y que era una buena idea regalar sus productos (obvio) para la ocasión. Si bien el Día del padre ya se conocía desde la tradición religiosa del siglo XV, el Estado no aceptaba que esta fiesta tuviera un carácter religioso. Así que la idea de la empresa francesa estaba bastante bien, al punto que desde entonces celebran el Día del Padre cada tercer domingo de junio (al igual que en EEUU). Aunque el único objetivo de Flaminaire era aumentar sus ventas animando a los niños a regalar un encendedor a sus padres, finalmente terminaron haciendo historia.

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